Con la Biometría, no hay necesidad de memorizar una amplísima secuencia de caracteres de números y letras de contraseñas, y los usuarios valoran muchísimo ese hecho.
En una encuesta hecha por OnePoll/Gigya, el 80% de los clientes quienes expresaron su preferencia, piensan que la autenticación biométrica (escaneo de retinas, rostros, voz y/o huellas dactilares), es mas seguro que las contraseñas tradicionales. Y un 52% de los usuarios dijo que elegirían cualquier otro método que tener que usar las contraseñas habitúales, si se da la oportunidad.
Solo que, a diferencia de las contraseñas, si los datos biométricos son hackeados, NO SE PUEDEN CAMBIAR.
Por ejemplo, el año pasado, la Oficina de Administración de Personal del Gobierno de Estados Unidos, sufrió el robo de 5.6 millones de huellas dactilares.
Siempre puedes cambiar el plástico de la tarjeta de crédito, siempre puedes generar un nueva contraseña. Pero es muy difícil conseguir un set nuevo de dedos. Solo se tienen 10, y una vez se haya filtrado esa información, ya no hay nada que se pueda hacer.
Es por eso que muchas de las compañías que despliegan Biometría como método de verificación, aseguran que protegerán los datos biométricos de sus clientes o usuarios con mucho cuidado para prevenir el robo de esta información por los hackers. Para citar un ejemplo, Wells Fargo, no guardará las imágenes originales de las retinas usadas para autenticación, junto con la data protegida.
Será muy apreciado los métodos de varios pasos para asegurar la información, no solo un método biométrico, sin hacerse acompañar de contraseñas de caracteres o imágenes. Me gustan mucho estas de imágenes, como aparecen implementados en Windows 8 o los trazos comunes en Android.
Pero, mientras tanto, los datos biométricos se están convirtiendo en si mismos, en información a proteger, igual de preciada que las que estos mismos protegen.
Fuente: NBC / ELTECNIQUITO Press
Enviado desde mi Windows Phone
En una encuesta hecha por OnePoll/Gigya, el 80% de los clientes quienes expresaron su preferencia, piensan que la autenticación biométrica (escaneo de retinas, rostros, voz y/o huellas dactilares), es mas seguro que las contraseñas tradicionales. Y un 52% de los usuarios dijo que elegirían cualquier otro método que tener que usar las contraseñas habitúales, si se da la oportunidad.
Solo que, a diferencia de las contraseñas, si los datos biométricos son hackeados, NO SE PUEDEN CAMBIAR.
Por ejemplo, el año pasado, la Oficina de Administración de Personal del Gobierno de Estados Unidos, sufrió el robo de 5.6 millones de huellas dactilares.
Siempre puedes cambiar el plástico de la tarjeta de crédito, siempre puedes generar un nueva contraseña. Pero es muy difícil conseguir un set nuevo de dedos. Solo se tienen 10, y una vez se haya filtrado esa información, ya no hay nada que se pueda hacer.
Es por eso que muchas de las compañías que despliegan Biometría como método de verificación, aseguran que protegerán los datos biométricos de sus clientes o usuarios con mucho cuidado para prevenir el robo de esta información por los hackers. Para citar un ejemplo, Wells Fargo, no guardará las imágenes originales de las retinas usadas para autenticación, junto con la data protegida.
Será muy apreciado los métodos de varios pasos para asegurar la información, no solo un método biométrico, sin hacerse acompañar de contraseñas de caracteres o imágenes. Me gustan mucho estas de imágenes, como aparecen implementados en Windows 8 o los trazos comunes en Android.
Pero, mientras tanto, los datos biométricos se están convirtiendo en si mismos, en información a proteger, igual de preciada que las que estos mismos protegen.
Fuente: NBC / ELTECNIQUITO Press
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